Si eres el padre o cuidador de un niño pequeño que muerde, puedes sentirte avergonzado, frustrado y preocupado. Y para los profesionales de guarderías, los pequeños que muerden representan un problema de seguridad y preocupaciones para los padres.
Tan temido como es, morder durante la infancia es común, y no tienen nada que ver con ser un mal niño, padre o cuidador. Hay buenas razones por las cuales un niño muerde. Aun así, es importante abordarlo, tanto cuando ocurre, como identificando las razones subyacentes por las cuales tu pequeño está mordiendo.
Razones para morder
Usualmente los infantes muerden porque quieren comunicar algo que ellos no pueden expresar de una forma aceptable, ya sea por el lenguaje o por sus habilidades emocionales. Los desencadenantes más famosos para morder incluyen:
- Discusiones al compartir – Esta es la situación más común que lleva a morder. El niño A toma el juguete del niño B. El niño B está enojado y el sentimiento lo abruma porque simplemente no lo entiende. Quiere que le devuelvan su juguete, pero no tiene las palabras para expresarlo. Decide morder a niño A por rabia y frustración.
- Sentimientos abrumadores – Como en el ejemplo anterior, los sentimientos de los niños pequeños son grandes, a menudo abrumadores y difíciles de entender (y mucho menos manejar). Pueden morder para expresar enojo, tristeza, frustración e incluso emoción.
- Buscando atención – Los niños pequeños saben lo que quieren y lo quieren AHORA MISMO. Por supuesto, ellos no alcanzan a recibir la atención exclusiva todo el tiempo, y pueden morder cuando quieren algo y sus padres o cuidadores están ocupados con otra tarea.
- Sentirse sobre estimulado, cansado o inquieto – Algunos niños son sensibles a las multitudes, luces brillantes o ruidos fuertes. Pueden reaccionar o sentirse sobre estimulados al morder. Sentirse cansado también puede provocar mordeduras, de la misma manera que puede desencadenar pataletas. Por otro lado, tener demasiada energía también puede conducir a morder.
Además de morder como una forma de comunicarse, los niños pequeños pueden morder porque están:
- Tratando de aliviar el dolor de la dentición — El apogeo de la dentición ocurre cuando tu pequeño es un bebé, pero eso no significa que ya haya terminado. Cuando salen los molares tu pequeño puede convertirse en un mordelón después de cumplir su primer año.
- Búsqueda de estimulación oral – Es normal que los bebés se lleven todo a la boca; es una de las formas en que aprenden sobre el mundo. La acción de llevarse las cosas a la boca generalmente disminuye a medida que llegan a la infancia y comienzan a usar sus manos para explorar objetos. Sin embargo, algunos niños pequeños anhelan tener cosas en la boca y pueden morder a otros como resultado. La búsqueda de estimulación oral podría deberse a un colapso en la integración sensorial, acerca del cual puedes leer aquí.
- Experimentando con el comportamiento – De la misma manera que tu niño tira la taza al suelo a la hora de comer y darse la vuelta para ver como reaccionas, puede morder porque quiere saber que sucede.
Lo que puedes hacer
Trata de averiguar por qué tu niño está mordiendo. Luego, ayúdalo a aprender comportamientos alternativos y aceptables. Toma nota de las circunstancias en torno a su mordisco. ¿A quién muerde? ¿Qué sucede cuando ocurre? Probablemente puedas identificar un patrón, y puedes abordar los desencadenadores subyacentes. Para obtener consejos sobre cómo lidiar con las mordeduras de niños pequeños, dirígete a este artículo.